No sé a donde lleva, pero empiezo.
- jazirabeauty
- 12 abr
- 2 Min. de lectura
Shakespeare escribió que estamos hechos de la misma sustancia que los sueños.
Quizás todos tengamos un sueño, o al menos sería deseable.
Los sueños nos mantienen vivos, nos dan una proyección, un objetivo hacia el cual aspirar.
Yo tengo muy claro mi sueño: quiero realizarme sin tener que someterme a otros gracias al poder de mi idea.
Tal vez en todo este hermoso cuadro haya un engaño en el que cae la mayoría de nosotros: ver, sentir y percibir nuestro sueño como un objetivo.
Para mí, el sueño no es un punto de llegada, sino un proceso.
Sería tonto esperar tener un sueño y quedarse sentado esperando que se realice; mucho más sabio es actuar activamente con una serie de pequeños pasos que nos llevan adelante en nuestro sendero personal.

Hay que ser activos y proactivos.
Día tras día, acción tras acción, incluso cuando la subida se vuelve empinada.
A veces los sueños requieren coraje e imaginación. Sabemos bien que las palabras son herramientas mágicas: coraje significa “actuar con el corazón”, mientras que imaginar se descompone en “en mí mago agüere”. Por lo tanto, es necesario encontrar en nuestro corazón la fuerza para inclinarse hacia nuestro sueño y activar nuestra parte mágica, esa que enciende el fuego sagrado de la vida que nos impulsa a crear, a tener una visión y a superar los obstáculos que se presentan en nuestro camino.
Es necesario tener un corazón puro para comprender que, a menudo, el obstáculo no es una injusticia de la vida, sino la oportunidad para crecer y fortalecerse durante el proceso.
Se continúa, porque cuando llegamos a lo que creíamos que era el horizonte, descubrimos que esa línea imaginaria se ha movido un poco más allá. Vemos nuevas rutas, nuevas posibilidades y entendemos que lo que considerábamos el sueño era solo la pequeña parte que nos era permitido ver, pero que pertenecía a algo más grande y seguimos caminando.
Somos parte de un proceso largo que solo termina cuando abandonamos las vestiduras mortales, y es en esta clave que podemos realmente entender lo que el famoso autor quería decir.
Comments